Las desheredadas

Recomendar un ensayo puede parecer ya desde su propia terminología, algo tedioso o complejo, sin embargo, en los últimos tiempos me he ido sumergiendo cada vez más en este género y todas mis incursiones han sido gozadas con nota. Las desheredadas, de Ángeles Caso, es uno de estos ejemplos de disfrute máximo. Partiendo de la premisa de dar a conocer a las mujeres que durante los siglos XVIII y XIX fueron invisibilizadas por el poder patriarcal, a mí ya me tenía ganada de antemano.

Las desheredadas sirve, además de visualizar, para contextualizar totalmente la época histórica y social, a la par que se atreve a mostrar las vergüenzas de ciertos caballeros, admirados incluso por mí, que movidos por la vorágine de la masa patriarcal, nos dejaron perlitas de sus labios y pensamientos afirmados, imposibles de olvidar. Me he llevado más de una decepción y mayúsculas sorpresas a través de esta obra.
 
Por supuesto parto del hecho que se debe contextualizar antes de juzgar, hablamos de otras épocas y pensares. No deja sin embargo de llenar de rabia, el sufrimiento e impotencia de unas mujeres brillantes y excepcionales, que tuvieron que bregar con sus obligaciones femeninas, el matrimonio o los hijos, siempre manteniéndose virtuosas y delicadas; que tuvieron que esconderse, a veces bajo seudónimo masculino, a veces acusadas y encerradas, a veces engañadas y arrebatadas de sus logros; artistas, escritoras, luchadoras por los derechos de las mujeres, que han dejado su marcado paso en la historia, pero cuyo nombre, en algunos casos, no ha sido sacada a la luz hasta hace pocos años.
 
Salientar además la sencillez y cercanía del texto, se nota el cariño de la autora y su orientación a todos los públicos, poblándonos la lectura de curiosidades, anécdotas y chascarrillos que la hacen amena, accesible y altamente disfrutable. Un ensayo muy recomendable, que ya tuvo su precedente con la obra de la misma autora, Las olvidadas, donde bucea igualmente en los siglos XVI y XVII, una de mis próximas lecturas sin duda, que espero me emocione tanto como lo ha hecho Las desheredadas.

Queda tanto por hacer. Visualicemos, conozcamos y aprendamos a no seguir cometiendo los mismos errores.