Nadie como tú

Llega mi primera decepción del año... Una novela y una autora a las que tenía ganas y que confiaba en que me ayudarían a entrar en el año nuevo lector con buen pie, pero que no ha sido así.

El libro empieza con un prólogo que, lejos de hablar del pasado, está ambientando en la actualidad, justo cuando Ágata vuelve llorando de Londres, después de haber convivido los últimos seis meses con un amigo de la infancia mientras trabajaba como diseñadora en una revista. A partir de ahí, iremos reconstruyendo los hechos para saber qué ha pasado en ese tiempo que ha estado fuera del país.

Escrito en tercera persona, conocemos los pensamientos de Ágata y Gabriel en todo momento. La narración va cambiado de uno a otro para que el lector pueda entender lo que les pasa por la cabeza. Este formato no me ha terminado de convencer, pero eso ya es gusto personal mío.

Tiene un ritmo ágil y los capítulos no son excesivamente largos, cosa que facilita la lectura y que yo prefiero sin lugar a dudas.

Los personajes principales me han parecido muy tópicos, sin gracia, a los que la autora intenta meter profundidad con calzador. Aunque luego me ha dado la sensación de que evolucionan un poco llegados a la mitad del libro.
Los secundarios, en cambio, no mejoran, pareciendo estar ahí por y para los protagonistas. Todos pillan al vuelo la no-relación que tienen Ágata y Gabriel desde la página 1 y deciden hacer el papel de cómplices. No es para nada creíble.

Las machitadas están presentes casi desde el principio. Eso de "es mi hermana/amiga, ni la mires", hablar de ella como si no estuviera delante, conversaciones de machos alfa marcando territorio... Aparte de los pensamientos tóxicos y celosos.

Las 120 primeras páginas son muy malas; estuve a punto de abandonarlo varias veces. A partir de ahí mejora, aunque siga teniendo cosas que no me gustan.

La relación entre ellos, cada interacción, cada diálogo, es taaaaaan típica que al principio me me hacía gracia y era hasta tierno. Pero al cabo de unas pocas páginas mi opinión cambió drásticamente. Todo va demasiado rápido. ¿Atracción? Claro, sí, por supuesto. Pero empezar con "es diferente a las demás que he conocido", hacerse confesiones profundas y hablar de traumas en menos de 50 páginas me tiró muchísimo para atrás. Era excesivo. Luego mejoró, ya lo digo arriba, pero la primera impresión no fue buena para nada. Por mucho que esté corregida y editada, se nota que esta fue la primera novela de la autora, escrita hace quince años.

Además de la relación romántica, hay una subtrama relacionada con la revista de actualidad en la que ambos trabajan que, aunque no me ha mantenido enganchada, le da un cambio de aires a la historia para no saturar solo con Ágata y Gabriel.

El final es de lo más predecible. Tanto la resolución de la trama de la revista como la que se le da al conflicto amoroso se ven venir desde la mitad del libro.

En fin, Nadie como tú ha sido una decepción enorme, y creo que más rabia me da haber empezado a leer a la autora con tan mal pie. Todavía no sé si continuaré con el resto de la serie, pero desde luego no será pronto.