Cuando estoy sin ti

Cuando estoy sin ti me ha resultado una historia ágil en la que la pareja protagonista proviene de mundos muy muy distintos. Una novela que recuerda el archiconocido mensaje de que el dinero no da la felicidad, de que la ambición muchas veces nos aleja del camino correcto... así como la dureza que viven muchos niños y jóvenes cuando pasan a manos del Estado. Y en torno a ese fondo se entreteje un romance.
Es cierto que en esta novela los pensamientos y reflexiones de los personajes son muy recurrentes, pudiendo llegar a ser repetitivos, pero no me ha molestado demasiado pues le ha dado cierta verosimilitud al debate interno (cuando todo se resuelve demasiado rápido... me resulta menos creíble). No, este aspecto no me ha resultado molesto, el problema que me he encontrado con esta lectura es que no he conectado con los personajes. He dejado los 18 y los 20, atrás hace mucho pero no he logrado reconocerme ni un poquito en los ellos echando la vista atrás. Sí, lo sé, sus circunstancias personales son muy concretas y lejanas de las mías propias pero... ni su lenguaje... ni su rutina...
A pesar de ese aspecto, el libro es entretenido y deja con el gusanillo de seguir la saga para saber más del elenco.