 |
Terminada la lectura del cuarto libro de la serie gamberras. Me ha gustado, su humor cínico, es brutal, los personajes, de armas tomar, y totalmente opuestos, pero no por ello, incompatibles. Erotismo, sí, en estado puro, pero muy bien descrito, sin resultar soez. Alex, hermano de Astrid, mecánico y trabajador nato. Portia, hermana de Pierce, el mejor amigo de Owen, como una hermana para él, proviene de una familia adinerada y con título, no da palo al agua, derrochadora, adicta a la ropa y zapatos de marca, casada y separada dos veces, utiliza a los hombres como los klínex. En la boda de Astrid y Owen, Alex mete la pata, por bocazas, y se encuentra con Portia en su pueblo, en su taller, trabajando para él. Y ahí comienza la acción, va a arder troya. Enganche y emociones brutales. Y seguiremos sabiendo de los personajes de las anteriores novelas de la serie, y los nuevos personajes que aparecen en ésta, que aportan lo suyo. Muy bien escrita y construida la trama. La recomiendo.
|
>
