Los buenos samaritanos

Cuando vi este título entre las novedades de la editorial no dudé en apuntarlo porque contaba con todos los ingredientes que podrían hacerme disfrutar de él. Hoy os traigo mis impresiones sobre "Los buenos samaritanos", la primera entrega de una serie protagonizada por el detective sargento Pace de la Policía Metropolitana de Londres, una novela donde se entremezclan el thriller psicológico con el noir doméstico, que te absorbe desde el primer capítulo y no te suelta hasta que visualizas los agradecimientos.

Seth Beauman tiene un extraño entretenimiento para sobrellevar el insomnio que padece: cuando las luces se apagan y Maeve, su esposa, duerme arriba, descuelga el teléfono y comienza a marcar números de gente al azar. Este trastorno del sueño afecta a toda su vida, necesita la calidez de la compañía que no tiene en casa, que no le da su mujer. El camino de sus respectivas vidas fue en paralelo durante mucho tiempo, hasta que se desvió y acabaron alejándose. Cuando estás solo, si encuentras a alguien que te escuche, puede marcar una gran diferencia, por eso Seth llama a desconocidos. Hasta que un día y por casualidad, una de estas llamadas telefónicas lo pone en contacto con Hadley, una chica que necesita ayuda. Mientras todo esto sucede, alguien está asesinando a mujeres y adecentando sus cadáveres de una forma bastante curiosa…

¿Qué vincula a cinco desconocidos, dos cadáveres y seis botellas de lejía? Para desentrañar el misterio tuve que adentrarme en esta novela perturbadora que cuenta con un planteamiento original, caleidoscópico, con cambios de puntos de vista en la narración, tanto en primera como en tercera persona, lo que me obligó a esforzarme para ir completando un complejo puzle que comenzó a materializarse muy avanzada la lectura, por lo que me pasé media novela sin saber muy bien a dónde pretendía conducirme su autor, totalmente sumida en el desconcierto por no saber encajar las piezas que iba ofreciéndonos, hasta que tras un giro argumental que te rompe todos los esquemas, comienza a tomar el cariz necesario para que empieces a entender de qué va todo. El empleo de diferentes voces es un recurso utilizado para crear suspense, pero hay momentos puntuales en los que este se desvanece por la inclusión de capítulos perfectamente obviables, al no aportar nada al conjunto de la trama.

"Los buenos samaritanos" ha resultado ser una lectura muy ágil que me ha dejado sin aliento porque sus páginas volaban en mis manos a un ritmo desenfrenado, marcado a golpe de capítulos cortos y frases muy breves. Cuenta con un escueto friso de personajes, apenas cinco, cuyas vidas se entrecruzan para mostrarnos a unos individuos completamente defectuosos y retorcidos, cada uno con su obsesión particular, atrapados en el tedio de la vida moderna, que luchan contra el dolor y la soledad que los engulle.

Por un lado tenemos a Ant, un joven que tras la muerte de un amigo pierde toda esperanza y su vida se transforma en un purgatorio, contentándose con dejar pasar, en bucle, un día tras otro. Decide sumarse a los Samaritanos, una organización sin ánimo de lucro que brinda ayuda a gente potencialmente vulnerable que se encuentra al otro lado de la línea telefónica. Y hay dos crímenes por resolver, alguien tiene que encontrar un vínculo y ese alguien es el detective sargento Pace. Un personaje sin antecedentes ni profundidad, tan solo es una serie de frases repetitivas e inconexas. Una presencia misteriosa y de oscuro pasado, que en este libro no vamos a descubrir, cuya investigación no impulsará la historia en absoluto. de hecho apenas importa y es perfectamente obviable, al igual que ciertas escenas subidas de tono que dejan poco a la imaginación del lector y no encajan muy bien en la historia. Tampoco he entendido las motivaciones que llevan a sus personajes a actuar de la manera en que lo hacen.

Sintetizando: "Los buenos samaritanos" es una novela que combina el thriller psicológico con el noir doméstico, de ritmo marcado, que nos sumerge en una lectura confusa en su primera parte. Un título escrito con una prosa asequible y fluida que cumple perfectamente su cometido de entretener, dada la capacidad de su autor para crear tensión en el lector, que durante buena parte de la lectura se pregunta a dónde lo quiere llevar y de qué manera van a conseguir encajar las diferentes piezas de este complejo puzle. Una historia original en cuanto a su planteamiento, totalmente caleidoscópico, con la que Will Carver siembra el desconcierto inicial pero manteniéndonos pegado a las páginas de este thriller adictivo, en el que es imposible no querer avanzar y saber hasta dónde están dispuestos a llegar sus personajes.
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