El hijo de las sombras

En El hijo de las sombras nos encontramos una interesante historia de ambiciones e intrigas, pasiones y traiciones, alguna de ellas imperdonable, y una venganza que mantiene la tensión durante toda la narración; todo ello muy bien documentado y ambientado hacia finales del siglo Vi, durante la hegemonía visigoda de Leovigildo.

Un período convulso en el que Leovigildo no sólo se enfrenta a la lucha por doblegar a pueblos enemigos, además se unirá el desafío de su primogénito, Hermenegildo, que se subleva contra él. También, en la corte toledana, Gosvinta mantiene un entramado de conspiración contra este su señor y esposo y el pulso de los católicos contra los arrianos godos, personificado en los obispos Masona y Sunna, hace peligrar la unión de los territorios conquistados.

En Emérita, la vida de los gemelos Wendema y Vigorti, hijos de Vigor un bucelario del rey, sufrirá un importante revés por el asesinato de su padre. La sed de venganza de Vigorti no cejará hasta ver al culpable de la afrenta contra su padre muerto, mientras que a Wendema se le concertará un matrimonio con otra víctima fruto de la ambición.

No sólo se disfruta la fluida narración de una trama atractiva y bien hilada en un período no tan conocido, con unos potentes y enérgicos personajes que te sorprenden y emocionan, reales y ficticios; la autora nos regala una atrayente visión del pasado de la ciudad de Mérida y un completo y didáctico glosario y topónimos de la época que saciará nuestra curiosidad.

Una muy buena lectura, recomendable, de El hijo de las sombras que fue finalista del VIII Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica.