Óscar, el unicornio hambriento, se come la pascua

Óscar, el unicornio más glotón de todos los tiempos, vuelve con una nueva aventura. En esta ocasión, tendrá que buscar todos los huevos de chocolate que ha escondido el conejo de Pascua.

Encontrar los huevos de Pascua parece algo fácil, pero la princesa Oola y sus amigos no logran dar con ninguno. ¿Será que el conejo de Pascua ha sufrido algún contratiempo y no ha podido hacer su trabajo?

¿O es posible que alguien está comiéndose todos los huevos antes de que el resto pueda encontrarlos?

El libro está lleno de ilustraciones preciosas y coloridas que los más pequeños disfrutarán muchísimo. Además, están llenas de pequeños detalles y guiños al primer libro o a la personalidad de cada personaje.

La aparición de los personajes de la primera historia me ha gustado mucho; aparecen los piratas, dragones, trolls e incluso el famoso puente que Óscar devoró (aunque mis peques insisten en que las piedras NO se comen y Óscar va a romperse los dientes).

Al igual que en los libros anteriores, es muy interesante detenerse en cada ilustración para encontrar los bocados que ha ido dando Óscar a el resto de los objetos. de hecho, a los niños les ha parecido muy divertido encontrar los huevos de chocolate que Óscar aún no ha mordido. Hay pocos, pero han encontrado alguno que aún puede salvarse (añaden que con el coronavirus no se puede comer un huevo que ya ha chupado alguien)

La historia me ha parecido muy divertida y una vez más me he sorprendido por el voraz apetito de este unicornio que rompe con todos los estereotipos habidos y por haber en el magnífico mundo de la fantasía.

Es una historia ideal para trabajar la Pascua con los más pequeños y como preámbulo al juego de buscar huevos de chocolate. Además, puede servirnos para tratar con los niños las consecuencias de comer demasiados dulces (por desgracia, nuestros dientes no son como los de Óscar y no podemos mascar piedras ni tampoco devorar montañas de chocolate sin sufrir las consecuencias).

Por último, me ha gustado mucho la actitud colaboradora de Oola y el resto de los personajes. Me encanta ver que los personajes no se rinden o se resignan a perder su día especial y deciden colaborar todos para lograr el objetivo (aunque Óscar no ponga nada de su parte para poder lograrlo).

Si no conocíais a este unicornio, os cuento que tiene otras dos historias muy divertidas: Óscar, el unicornio hambriento y Óscar, el unicornio hambriento, se come la navidad. Espero que la editorial siga animándose a publicar más historias porque mis peques disfrutan muchísimo con cada una de sus aventuras (y siguen encontrando desperfectos por todas partes que son obra y gracia de Óscar)

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