Sabor a chocolate

Este breve relato fue mi última lectura de 2018. La leí en menos de una hora en la tarde del 31 de diciembre. No podía parar de leer.

Como el mejor chocolate suizo, esta historia te envuelve y de un modo poético te sumerge en la historia de un amor tan intenso como el sabor de ese dulce manjar.

Adrian Troadec, un joven lechero de Laussane, Suiza. Está terriblemente enamorado de Alma Trapolyi, una joven violinista hija del Director de la Orquesta del Conservatorio. A lo argo de la narración Adrian va dirigiendo su vida y todas sus esfuerzos con el único objetivo de enamorar a Alma. Desde aprender a jugar al ajedrez de una forma magistral a abrir una fábrica de chocolates para engatusar a la golosa Alma, Adrian lo intenta todo para poder estar a su lado.

A través de esta historia de amor y desamor, ambientada en la suiza de entreguerras, vamos siguiendo las visicitudes que se van sucediendo en la vida de los protagonistas y de sus familiares, con el telón de fondo de los hechos hitóricos tan convulsos que se fueron desarrollando a partir de esa época.

Una historia de amor de esas que te hacen sufrir y disfrutar a partes iguales, narrada de una manera exquisita, con frases memorables que invitan a su relectura. Un poema de amor novelado, con una cadencia perfecta que te ayuda a sumergirte totalmente en la historia.


Una lectura ideal para los amantes de la literatura romántica.






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