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Si en el primer libro el escenario principal era un tren que recorría el norte a un ritmo frenético y haciendo frente a una tormenta capaz de destrozarlo todo a su paso, el segundo libro la acción se desarrollaba en el interior de una mansión que albergaba un terrible secreto y de la que nadie podía salir. En este tercer libro el escenario es abierto, pero todavía más angustiante y claustrofóbico que el tren o la mansión. Gracias al Espejo de Lágrimas, Miguel consigue salir de la mansión con el propósito de salvar la vida de sus compañeros, desvelar el secreto de Quiroga y conocer el pasado de su familia. En este viaje al pasado no sabe que él no puede escoger su destino y es el espejo el que decide en qué lugar y época es necesario volver para evitar la catástrofe en el futuro. En esta última entrega de la saga «Las crónicas del viajante», Miguel Sardes llega a una ciudad sitiada y totalmente devastada por los ataques piratas. Todos los ciudadanos se esconden porque un cruel y sanguinario militar llamado Sebastián Salgado intenta sacar por la fuerza la identidad del Diablo, un pirata a quien quiere destruir antes que él acabe con todo. de nuevo nos encontramos con personajes que han aparecido en los libros anteriores y por fin descubriremos su papel en la historia y Miguel se enfrentará a ellos con decisión. Como no podía ser de otra manera, cada capítulo termina de forma abiertad y, un cliff hanger al que nos tiene acostumbrado el autor, las cosas se complican cada vez más para Miguels. En esta ocasión, volverá a atravesar el Espejo de Lágrimas para intentar arreglar las cosas, pero antes conocerá el origen de la maldad de Eduardo Quiroga, ayudará al sacerdote jesuíta Enrique Do Porto en su misión secreta y sabrá del poder de algunos objetos que la Iglesia quiere recuperar porque su poder es tan grande que en manos no adecuadas supondría el fin del mundo. Una historia bastante sangrienta donde Miguel sufrirá la crueldad de los piratas en carne propia, sabrá del valor de personas doblegadas por verdaderos tiranos y donde la maldición del Enrique Quiroga se puede equiparar a la de otra persona cercana a él que se ha dejado envevenar por sus terribles actos. Un libro que pone el punto final a los viajes de Miguel Sardes y cuyo desenlace es totalmente imprevisible. Enlace: https://www.culturamas.es/20.. |
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