Pulpa

Pocos libros he leído tan desagradables e interesantes como Pulpa. Porque junto al asco y el impacto de sus escenas he encontrado un trasfondo de esos que dan pie a analizar hasta cansarte.

Dicho esto: me ha fascinado, horrorizado y encantado. Necesitaré una re-lectura para captar matices que seguro que no he captado.

En esta novela encontramos a Irma, una chica masoquista en una sociedad distópica en la que el dolor está prohibido. Este es su pequeño gran secreto hasta que se encuentra con Lunes, un sádico. Esta no es una historia de amor ni una lección de moral, ya que los dos protagonistas son de lo más moralmente cuestionable que te puedas encontrar. Flor Canosa nos muestra a través de ellos una crudeza repugnante y perturbadora que se queda en la cabeza y hace que lo que plantea entre como una bala.

Pulpa habla del deseo y su estrecha relación con el sufrimiento. La autora construye un relato caracterizado por la represión absoluta del gobierno y la idiotización asociada a la tecnología que emplea. de esta manera, eliminan cualquier tipo de impulso que impida a la población hacer algo más que producir.

El último mecanismo de control para las ovejas que amenazan con salirse del camino es un miedo desconocido que nadie sabe definir.

En esta dictadura tecnócrata las personas dejan de serlo para convertirse casi en robots sin consciencia ni sentido de la individualidad. Y en este contexto, el dolor es rebelión. Pero no una rebelión social, sino individual e íntima. Y terrible, desagradable y escandalosa. Porque, ¿qué hacemos cuando se nos quita lo que nos hace humanos, es decir, el poder sobre nuestro propio cuerpo?

Dicho esto, Pulpa es un libro bastante fuerte de carácter erótico-terrorífico con fragmentos que revuelven las entrañas. Terror de ese que impacta y que se salta todos los tabúes posibles, mezclado con ciencia ficción distópica que da esa pincelada de “y si..” que tanto nos asusta como seres humanos cuando miramos hacia el futuro.