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En este libro nos encontramos con una historia que gira en torno al robo de la fórmula para preparar una galleta. Sandra y Pedro son dos hermanos que se encuentran visitando a su tía Matilda (la propietaria de la fábrica de galletas) cuando sucede el misterioso robo. Serán ellos quienes decidirán llevar a cabo una investigación al margen de la policial para tratar de averiguar quién es el ladrón. En la historia aparecen personajes de lo más variopintos. Los dos personajes principales son Sandra y Pedro, pero junto a ellos encontramos a Matilda, a Antoine (un domador de circo retirado) y a su mono Loui, a Braulio (el jefe de los criados de Matilda), a Lucinda (la mejora amiga de Matilda), y a don Baldomero (un magnate de las golosinas). Salvo Sandra, Pedro y Matilda, todos los demás son sospechosos del robo. La trama del libro me ha parecido original y divertida. Los niños suelen disfrutar con historias que tienen un halo de misterio y de qué mejor forma hacerlo que con un toque de humor. El libro se ha leído en una clase de un colegio y los niños lo han disfrutado muchísimo, lo cual apoya esta visión. El libro se divide en cuarenta y cuatro capítulos titulados y numerados, y con una extensión bastante breve, lo que agiliza su lectura y hace que no puedas parar de pensar eso de: leo un capítulo más. En algunos capítulos se incluyen ilustraciones en blanco y negro y a página completa que reflejan a la perfección lo que el texto nos invita a imaginar. Además, la forma de escribir del autor es sencilla y muy apropiada para los niños. En definitiva, se trata de un libro muy recomendable para ser leído por niños de diez u once años. En general, todos los libros del autor publicados bajo el sello editorial Algar tienen este toque de misterio y resultan muy entretenidos para niños de dichas edades. |
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