¡Devuélveme mi cerebro!

Una lectura entretenida a la vez que divertida.

El libro se inicia con una carta de presentación de los personajes que, a primera lectura, puede parecer un tanto loca: un perro y su dueño se han intercambiado los cerebros y, por lo tanto, su forma de comportarse. Desde el inicio sabemos cómo ha sucedido y conoceremos a Alba (hija de Mauri) y a Santi (su vecino y compañero de clase), quienes tendrán que deshacer el entuerto lo antes posible. La historia resulta entretenida por las pequeñas aventuras que tienen que correr sus personajes para tratar de que tanto Ringo como Mauri recuperen sus cerebros originales; y muy divertida porque presenciamos escenas realmente divertidas al imaginar las situaciones en las que la gente ve a un perro habla y a un humano que se comporta como un perro.

En lo relativo a la edición, en la portada conocemos a los cuatro personajes principales de la historia: Ringo, Alba, Santi y Mauri. Si bien es cierto que esta portada no me llamó tanto la atención como las de otros libros del autor, una vez que lo he leído, me gusta mucho más. El texto está dividido en veinticuatro capítulos titulados, numerados y encabezados con una ilustración. Estos capítulos son bastante breves, lo que, unido a la prosa ágil del autor, hacen que se lean sin apenas darte cuenta. A lo largo del libro nos encontramos con ilustraciones en blanco y negro y a página completa que nos ayudan a imaginar, mejor si cabe, lo que estamos leyendo.

En definitiva, se trata de una lectura totalmente recomendable para niños a partir de diez años. Si estás pensando en una lectura que pueda atrapar a un niño de esta edad, este es el libro.