La oscuridad del otro lado

La oscuridad del otro lado se nos presenta como una novela corta de fantasía, donde sus personajes no son ubicados espaciotemporalmente, sino por lo que ellos mismos nos cuentan. Sabemos que todos ellos están fuera de su escenario habitual y que de alguna manera se han reunido con un propósito que aún está por descubrir. de este modo, la obra nos habla de qué podemos hacer en situaciones límite, por ser desconocidas y, en un principio, inabordables, y qué pulsiones escondidas podemos llegar a tener.
¿Cómo? ¿Por qué?
Sin embargo, para concretar más, cabe decir que el narrador nos sitúa en cada capítulo en la perspectiva de cada uno de los personajes de la obra, que iremos conociendo a medida que esta transcurre. Estos están encerrados en un edificio en el que se han materializado cada una de sus casas. El motivo de esto es desconocido y por ello, y también debido a la propia idiosincrasia de algunos personajes, se moverán por la desconfianza y la autoconservación.
Pronto veremos que estos personajes no son tan inocentes o, mejor dicho, tan víctimas como parecen, ya que en cada uno de ellos se nos dejará ver porciones de su psique, pensamientos negativos (me niego de decir malos) que no ejecutan por cierto sentido del civismo. Sin embargo, en este mundo todo parece posible, no tenemos un filtro que contenga dichos pensamientos, por lo tanto pasa lo que tiene que pasar.
Es decir, nos encontramos ante un mundo extraño y hostil que provoca que los personajes, en su inquietud por esta desubicación espacial y de realidad, cumplan aquellas pulsiones que de normal contendrían.
Ambiente e incertidumbre
En este sentido, la obra se puede calificar como una narración ciertamente oscura que provoca mucha inquietud en el lector. No solo los personajes son quienes se sienten desubicados, quien lee no entiende muy bien lo que está pasando hasta que consigue hilar dos ideas: lo que está sucediendo es real y la explicación (que ya comienzas a sospechar) que se da en la propia obra. A partir de ese momento, comienza una contrarreloj que hace que el lector continúe pasando las páginas porque no solo queremos saber qué va a pasar, sino que, además, buscaremos cierta idea de redención para alguno de los personajes. Aunque a priori no se lo merezcan, pero alguien tendrá que haber, ¿no?
Además, a esto añadimos un personaje muy particular. Sin mencionarlo para no hacer spoilers el inicio y el final de la obra nos juegan cierta broma, en la que nosotros podemos pensar que todo lo leído no ha ocurrido en realidad o, peor, que todo es testimonio de algo que efectivamente ha ocurrido y ha sido provocado.
En este sentido, otro personaje, el detective que sí os nombro porque es mencionado en la propia sinopsis, será nuestro reflejo en la novela y sobre todo quien desvele el inicio de todo este embrollo, que curiosamente no conoceremos hasta el final de la obra. Una maniobra narrativa que me ha gustado bastante.
Conclusiones maceradas
La verdad es que he leído la obra porque vi la reseña de una bloguera que sigo bastante (perdón porque no recuerdo ahora mismo quién en concreto) y, además, porque una de las autoras, Erya, me llama mucho la atención, sobre todo en su vertiente de retellings. Así que, ¿cómo ha sido la experiencia?
En primer lugar, me ha gustado la idea de poner en situación límite a personas tan dispares, sobre las que podemos tener prejuicios asumidos (por ejemplo, que los ancianos son bondad) y justificar el porqué de que actúen como lo hacen. Sin embargo, reconozco que ha mitad de la obra me resultó cansado el cambio de capítulo-personaje porque precisamente había personajes que para mí han tenido poco interés. No sé si ha sido porque se han desarrollado menos o porque simplemente no eran relevantes, pero la repetición del esquema en todos ellos ha hecho que para cuando llegaba al final estuviera con más ganas de acabarlo que de saber.
Por otro lado, el final me ha parecido interesante por la propuesta de novela circular, pero me he quedado un pelín coja con la resolución del misterio. Que sí se resuelve en parte, pero se queda a medio camino entre final de novela de terror y de novela de fantasía mal rollera.
Sin embargo, tengo que reconocer a las autoras que tienen un estilo super limpio y ágil, que termina enganchado a quien las lee y que facilita la lectura. Quizá con una vuelta más o un poco de extensión me hubiera enganchado más a la historia, pero, en cualquier caso, os la recomiendo. Es una obra inquietante, interesante y con el toque oscuro exacto. Espero que si os animáis con ella la disfrutéis.

Enlace: https://ellibroenelbolsillo...