Intriga detectivesca en el Madrid del s. XVII. Pedro Capablanca realiza el papel de detective o pesquisidor, acompañado de un fraile pendenciero como apoyo. El misterio a resolver es el robo del último manuscrito de Pedro Calderón de la Barca, resultando ser mucho más complicado que un simple hurto, tratándose de intrigas de espías franceses para desestabilizar la débil corte española del momento.
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