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Cuando eres eterno te acostumbras a tener paciencia...” El mal no ha resucitado, puesto que nunca ha muerto. No hay mejor sitio para ocultarte que ante las propias narices de tu enemigo. Aunque bien y mal no son enemigos, son “entes” que se anidan y enquistan en sitios diferentes , llámese almas, corazones y mentes, y que puede coexistir hasta que alguno se manifiesta por encima del otro. En la iglesia, la casa de Dios, anida “ el Otro” el mal que ha permanecido a la espera por siglos, un thriller con un fuerte sabor a “ Exorcista” salpicado de chabacaneria que pretende disimular la turbación de saber que esto pudiera ser cierto, Una historia que hace replantearte que tanto sabes en realidad de aquello que crees saber. Al final “la iglesia es la campeona a la hora de guardar secretos” Un sacerdote acusado de violencia es destacado a una vetusta iglesia a fin de expiar su culpa y replantear su fe, En la iglesia, ubicada en la alejada Ceuta deberá confrontar su mentalidad científica de experto en matemáticas con la fe de su religión y lo que considera supersticiones, rodeado de una cáfila de personajes que se persiguen y acosan como el perro a su cola, deberá enfrentar un mal en el que no cree, una fe impía y por tanto inadmisible para él y el hecho de que a veces 2+2 no son cuatro. Juan Antonio Rodero, el verdadero protagonista, insta a todos a participar en el macabro juego de salvar mucho más que unas vidas, como arquetípico héroe, aún a costa de la destrucción de vidas, almas, mentes y...corazones . Ceuta, reúne tantas nacionalidades como credos, y es el escenario perfecto para esta novela que descubre que todos compartimos más de lo que creemos. “ Algo sobrevuela el mundo a toda velocidad, invisible, etéreo, informe” . |
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