Solo unas pocas palabras para invitarles a que disfruten de esta novela de Erskine Caldwell, tan amarga como divertida. Uno lee y se ríe y se indigna con lo que lee y se vuelve a reír y se indigna por haberse reído y se vuelve a reír y a indignarse y a reír y…sí, a veces se le hiela a uno la sonrisa en la boca de tanta indignación ante un personaje tan corrosivo como este Jeeter “Homer Simpson” Lester, protagonista indiscutible de esta adictiva novela que se lee de una sentada. |