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Ashley aprendió a surfear casi antes que a caminar, es su gran pasión junto con su mejor e inseparable amiga Madison, ambas surfean a diario. Cuando empiezan la universidad Ashley conoce a Ethan y a Jacob de un modo un poco catastrófico, ellos también son unos locos del surf. La vida de todos ellos pasará por distintas fases y tendrán que afrontar un montón de tormentas que irán ocurriendo en sus vidas. Veremos cómo sufrirán, lucharán, amaran y como les afectará a cada uno de ellos todo lo que les ocurre. Me ha gustado mucho esta historia, desde el principio me gustó y me engancho, al principio está contada por Ashley y vemos cómo nos va contando su presente a la vez que va recordando su pasado hasta que de pronto la historia se une, es decir ya solo veremos el presente y cuando llega esa parte la historia pega un giro que me quedé flipando, alucinando no se fue WoW!! Y si ya estaba enganchada me enganche más todavía y no podía dejar de leer. Es una historia muy bonita, por momentos muy feliz y alegre pero por momentos muy triste, me ha generado varios sentimientos a lo largo del libro. Esta muy bien escrita, me encantan las descripciones de los lugares y de las situaciones, me sentía en una playa de Los Ángeles haciendo surf incluso. Me ha gustado un montón de principio a fin, me ha emocionado, me ha sorprendido y el final es simplemente perfecto. Es una lectura perfecta para el verano y si la lees en la playa es ya ideal. Es lo primero que leo de esta autora pero repetiré fijo porque me ha encantado este libro. |