Una historia de amor, crecimiento, perdón y aceptación muy bonita. Me ha gustado mucho y no lo veo nada dramático comparado con otros de la autora. Los dos protagonistas me han encantado y su evolución es brutal. Brittainy teje una trama en apariencia simple que trata muchísimos temas -como uno relacionado con la maternidad que siempre me encoge el corazón- con los que nos hace reflexionar sobre los prejuicios, la familia, el límite del odio, las segundas oportunidades, la fe y la importancia de conocerse a uno mismo.
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