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Aunque no se debe juzgar a un libro por su portada, este libro llegó a mí porque me pareció preciosa. Por suerte, tras leerlo he descubierto que lo más bonito no es su cubierta, sino su interior: una historia sencilla y profunda a la vez, un canto de amor a los libros y una de mis lecturas favoritas de las que llevo este año. Me cuesta poner en palabras porqué este libro me ha gustado tanto, y creo que se debe a que no me esperaba que me removiera tantas emociones por dentro. al principio parecía una historia “simple”, lejos de las tramas enrevesadas y misteriosas que acostumbro a leer: la vida de una chica que ha hecho de los libros el centro de su universo y que carga con su pasado como una pesada mochila sobre sus hombros. Inmediatamente conecté con la protagonista y con su manera de ver la vida y procesar sus emociones. Pero para mi sorpresa vi que este libro no es tan sencillo como aparenta, tras sus páginas hay reflexiones, traumas, supervivencia, amor, experiencias duras, amistad y temas como la violencia de género o la salud mental. También hay una narración muy realista, sin florituras pero a veces con una crudeza demoledora y, curiosamente, enternecedora. Para mí ha sido una lectura cargada de emociones contradictoras: a momentos me entristecía, otros me emocionaba y en otros me dejaba una sonrisa en los labios. ¿Cómo explicarlo? Este no es uno de esos libros intrigantes que te tiene con el corazón en un puño, sino de los que te dejan el corazón calentito y te reconfortan. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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