InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Guille63


Guille63
23 April 2024
"Venid y os contaré la típica historia rusa: en la que hay trama, pero no argumento"

Buida recrea en una buena parte de estos más de cuarenta cuentos una especie de olimpo ruso que Buida localiza en Kaliningrado —parte de la antigua Prusia anexionada a la Unión Soviética tras la SGM— poblado por habitantes capaces de ayudar al sol a levantarse cada día, de hacer levitar en grupo, de poner a bailar a las vacas sobre sus patas traseras, o de tener una vida unípide. Junto a estos, otros muchos relatos muestran crudamente la barbarie que fue la expulsión de los alemanes que habitaban la zona (unos 200.000, dos tercios de la población, fueron expulsados y sustituidos por nuevos colonos llegados de toda las repúblicas soviéticas —uno de ellos fue el padre de Buida—, “los encerraron en los vagones de mercancías y adiós muy buenas”) y la dura y terrible cotidianidad posterior de los años 50 y 60, una cotidianidad en la que la política solo se manifestaba en las, curiosamente, penosas condiciones de vida de la clase trabajadora.

"A lo largo de setecientos años se había ido construyendo la villa, primero por los alemanes, luego por los polacos, después nuevamente por los alemanes. Emergió de las hondonadas pantanosas, trepó por las presas levantadas por los humanos, hasta rodear con un apretado círculo de casas una colina baja descabezada al bies que acabó siendo la plaza principal"

Los numerosos personajes, con mayor o menor protagonismo, entran y salen de estas historias donde lo mejor y, con mayor frecuencia, lo peor del ser humano sale a relucir en toda su virulencia. Muchos de los trágicos amores, odios y venganzas son atemperados en algunos relatos por un sarcástico y desbordante realismo mágico, en otros se muestran tan crudamente que ni la belleza del texto ni los juegos del lenguaje atenúan un ápice su horror.

“Te pasas la vida corriendo a lo largo del muro y nunca encuentras tiempo para tomarte un respiro, ponerte de puntillas y echar un vistazo por encima de la barrera: ¿qué habrá al otro lado? Es muy probable que esté lleno de inmundicia o que, simplemente, no haya nada, sin embargo, ponerte de puntillas sigue siendo necesario”

Este olimpo de caracteres, con sus motes a cuesta (el Dormedario, Vita Pocas Luces, Llamadoleón, Kalzones…), andan necesitados, faltos de algo que les compense mínimamente de la dura jornada diaria o, al menos, se la hiciera olvidar durante un rato. Muchos recurren al alcohol, otros parecen construirse otra realidad, que, si bien distinta, no siempre es mejor que la que padecen, pues, como dice Ana piesdeplomo, cada uno es lo que arrastra y el plomo somos nosotros mismos.

“Aunque no creo que sea toda la historia, sospecho incluso que algo importante se ha quedado fuera, tal vez la vida, o Dios, o el amor, o algún sonido previo a la palabra, igual que el amor precede a la vida, algo importante tiene que haberse quedado a saber dónde, algo, y si no, ¿para qué vivimos, Señor?”

La obra tiene además la curiosidad de estar abierta: cuando se publicó se componía de treinta relatos, en la actualidad el número se ha elevado a cuarenta y seis y Yuri Buida (que acentuado, «búida», significa mentira, fabula o cuentista, embustero) no la da por concluida.

“La verdad es un asunto solitario. Y orgulloso”
Comentar  Me gusta         130



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(13)ver más