Admito que he leído esta novela varias veces y sigo sin ser muy fan de ella. Emily Brontë explora muchos temas bastante duros que eran de interés en la época victoriana, y se acerca a la novela gótica en algunos momentos. La intensidad de toda la obra es agotadora e interesante a partes iguales, y desde luego no se puede negar que la prosa de Emily se merece admiración. Sin embargo, aunque entiendo el fin de ello, el hecho de que no haya un solo personaje con el que puedas empatizar 100% me hace distanciarme de la obra a nivel emocional. Todo el mundo tiene un lado perverso, todos son demasiado odiosos al final, y es algo que me impide amar esta obra, aunque la admire a otros niveles. |