Empecé a leer el libro con reservas, porque a estas alturas de la vida sabía de lo que iba y que la historia de amor no era precisamente de las que yo disfruto por la toxicidad de los personajes. Sin embargo, tengo que reconocer que me ha enganchado la forma en que está narrada, poco a poco te va atrapando ya sea por el morbo o el salseo de conocer más de esas gentes (como le pasa a Lockwood) o por esa esperanza de que haya algo de justicia en algún punto. Así que al final me ha gustado. Aunque no querría tener a nadie parecido a Headcliff o Catherine cerca. |