Cumbres borrascosas

La premisa de esta inmensa novela es a la vez simple y tremendamente compleja: ¿Cuál es la frontera en entre el amor y el odio? ¿Puede el exceso de amor degenerar en brutalidad? ¿O tal vez puede el amor ser la única vía cuando la destrucción es ley? Emily Bronte nos lleva a un lugubre y remoto páramo para reflexionar sobre esta, la cara más oscura del ser humano. Através de un puñado de personajes difíciles de olvidar, nos invita a explorar los sentimientos más profundos y desfogados y sus consecuencias.

La ambientación es una absoluta maravilla que envuelve y nos transporta en todo momento a la vida victoriana de sus personajes. Su soledad en las frías mansiones de piedra, los duros inviernos de generosas nevadas, la vegetación cambiante que juega su papel en los ciclos de vida. Todo ello suma a crear una experiencia completamente inmersiva y que transporta.

El ritmo de la novela es rápido y nos encontramos queriendo saber más y más casi entre la necesidad y el terror a que “más” sea más violencia y más odio. Somos los morbosos expectadores de una locura que casi nos arrastra. ¿Acaso no llegará la luz a la vida de nuestros personajes? ¿Estaremos ante el villano más cruel que existe? Estas preguntas nos empujan hacia delante con un ritmo narrativo excelente que Emily Bronte controla a la perfección en todo momento.

Prefiriendo no entrar en detalles más concretos de la trama, diré que es una novela para leer a sorbitos o a atracones pero para digerir lentalmente y que deja poso. A mi me ha parecido original, arriesgada y brutal. En otras palabras: me ha fascinado.