InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Celia_0504


Celia_0504
28 January 2024
*Advertencia: este libro contiene escenas muy explicitas de sexo y violencia hacia animales y personas, además de tratar temas como el suicidio, los problemas mentales, la ingesta de alcohol y drogas y la homofobia.

Dicho lo cual, si decides que puedes soportar la brutalidad y detallismo con el que Brett Eaton Ellis se recrea durante la mayor parte de la obra, y que no es apto para todos los públicos (avisados quedáis) lo que os espera es una autentica locura de lectura que atrapa desde prácticamente la primera hoja. He leído “Los Destrozos” con una amiga y si no hubiera tenido que seguir las metas de la lc creo que habría devorado las 600 páginas y pico del libro en pocos días. Y eso que no es un libro precisamente corto y ligero para nada. Pero es que se trata de una novela que atrapa. al cogerla, te metes de lleno en un auténtico remolino en el que el autor juega con el lector placer, en una historia decadente, truculenta, sangrienta y en la que nada es lo que parece

Los Ángeles, otoño de 1981. El propio autor, Brett Eaton Ellis, se pone en la piel de su protagonista, un adolescente de 17 años que se enfrenta a su último año de instituto ansioso por acabarlo y poder huir a un lugar donde pueda ser él mismo. Pero mientras tanto, debe mantener la fachada de perfecto amigo de Thom y Susan, la pareja de oro del elitista centro Buckley, y de perfecto novio de Debbie, la hija de un conocido productor de cine, mientas trata de escribir su primera novela. Pero la tranquilidad de final de verano salteada de sexo, drogas, alcohol, música y cine se desmoronará con la aparición en el instituto de Robert Mallory, un joven guapo y carismático que tras su fachada encantadora esconde algo que despertara todas las alarmas en Brett ,cuando su llegada coincida con la de un retorcido asesino en serie conocido como el Arrastrero.

Si hay algo que me sorprendió desde el principio fue la cantidad de detalles que Brett Eaton Ellis da a lo largo de la obra sobre sus personajes, sus vidas y el mundo en el que se mueven. No porque me parezcan mal, para nada, sino porque al principio daba la impresión de que solo ralentizaban la lectura. Pero poco a poco, a medida que la historia va cogiendo ritmo, lo que sorprende es la agilidad narrativa de uno de los grandes exponentes de la literatura de la generación X tanto que uno comprende que esa cantidad de detalles sirven para ambientar mejor la obra y ayudarnos a conocer los personajes, a la vez que sirven para distraer a un lector ansioso por descubrir la identidad del Arrastrero, para jugar con él a ver si puede perder el norte hacia el que se dirige la lectura. Porque si algo caracteriza es la manera en que su creador juega con el lector a placer.

Me ha gustado y llamado mucho la atención el detalle de que el autor haga en esta obra una suerte de metaficción, al convertirse de alguna manera en el protagonista. Su Bret Ellis va a un instituto similar al que él escritor conoció en sus años adolescentes, como adulto es un escritor de éxito que ha compuesto las mismas obras que el escritor original, y sus orígenes familiares y sociales están en la clase alta y decadente de Los Ángeles de los años 80. de alguna forma con esto consigue que el lector se meta aún más en la historia y le da a la misma un plus de realismo, en este caso la autoficción está conseguida de una manera magistral y eficaz. de hecho, mientras leía, me quedaba la impresión de que el autor nunca trataba de justificar a sus protagonistas o la adolescencia que él vivió en carnes propias, se limitaba a narrar con un toque de desafío que rallaba el orgullo. Si hay una impresión que me ha quedado de este hombre a lo largo de esta lectura es que es un tanto ególatra, la verdad .

De todas maneras, lo que verdaderamente nos importa es que estamos ante un realismo un tanto degenerado en el que autor se recrea para llevarnos a ese mundo de estos pobres niños ricos en el que él mismo participio en su momento. Ha logrado plasmar muy bien el desarraigo de esa adolescencia del hollywoood de los 80 individualista , egoísta y privilegiada; jovenes ricos e independientes que van a fiestas con estrellas de cine, se mueven en coches de alta gama y a los que sus padres les dan carta blanca para hacer de todo, e incluso les pueden dejar solos en sus casas por meses sin ningún remordimiento. Jovenes que aparentemente lo tienen todo pero a los que les sobra todo también, empezando por el desarraigo y desinterés por parte de sus familiares. Literariamente me quedo con lo bien que Eaton Ellis nos ha introducido en la trama desde el minuto uno, y como ha preparado el terreno para lo que se viene desde el mismo comienzo de la obra. Ha logrado darle mucho individualidad a sus personajes, que es algo que se agradece en una obra en la que van a aparecer muchos, si bien el foco se pone en 6 de estos jovenes, cuyo bautismo a la adultez esta bien macerado en sexo, drogas y alcohol y experimentos de todo tipo; y que se da de una forma que por si misma ya resulta fría y sórdida, incluso sin necesidad de que hubiera asesinos en serie de por medio.

Toda esta oda a la generación X y a la estética old Money de los años 80 tiene una banda sonora impresionante. No son pocos los grupos y canciones que aparecen a lo largo de estas páginas, destacando algunas canciones y letras expresan muy bien los sentimientos del protagonista y las situaciones que se viven en esta novela. Os recomiendo encarecidamente leer o, por lo menos, echar un vistazo a la playlist que hay en Spotify con todos los temas que se mencionan en el libro. Dura más de ocho horas, sí, pero es una maravilla escucharla, ya no solo porque cada una de esas canciones sea muy buena, también porque ayudan a meterte aún más en la lectura. He disfrutado muchísimo teniéndolas de fondo mientras leía por ello, y no solo porque el pop rock americano de esa época me encante.

Impacta la frialdad con la que estos jovenes miran el mundo, la forma satisfecha en que se manejan en las partes más oscuras y tetricas de la América privilegiada de la década de los 80, su absoluto y total egoísmo. Son adolescentes, pero adolescentes que juegan hacer adultos y que viven en un sueño de una noche de verano. del cual despertarán de la forma más terrible posible. En muchos aspectos esta novela me recuerda a otra gran historia sobre la juventud americana, “El Secreto” de Donna Tart. En ambas historias conocemos a un grupo de amigos que se encuentran en pleno paso de la adolescencia, a la adultez, muchachos ricos y con todo el futuro por delante, que disfrutan, de diferentes maneras, experimentando y probándose así mismos, y que entran en la vida adulta de una forma macabra y que les deja claro que la vida no es el cuento de hadas, al que estaban acostumbrados y que se les había prometido, al cual creían que tenían todo el derecho del mundo. Ambos libros están narrado por un protagonista que está dentro de este microcosmos, pero a la vez no lo está, un personaje que desea desesperadamente estar metido dentro de todo el embrollo, pero al que las circunstancias le impiden acceder totalmente a él. El Bret Ellis de “ Los Destrozos” es rico por nacimiento, teóricamente pertenece a ese mundillo y la gente le considera dentro del mismo, a diferencia del empobrecido Richard de “El Secreto”. Pero creo que el kid de la cuestión es la manera en que no podemos fiarnos de este narrador, como su absoluta parcialidad, convierte toda la novela que nos ocupa en un juego de espejos en el que no hay nada seguro. Todo es difuso, como si de un juego inocente se tratara, se manejan la locura y la cordura con impúdica crueldad. Uno nunca sabe que es real y que es falso, si lo que ve y dice nuestro protagonista es es auténtico, si es fiable esa realidad.

A esto también contribuye la forma en que el autor trata a todos y cada uno de sus personajes, como da capas a sus personalidades, la manera en que los maneja y hace que uno pueda entenderlos y ver lo perdidos y vacíos que estan por dentro. Son caracteres mucho más complejo y mejor idos que los de la novela de Tart. lo cierto es que ambas obras bebe mucho de un gran clásico de las letras estadounidenses, “El Gran Gatsby “, al demostrarnos un mundo dorado y glamuroso que en realidad está hueco y podrido por dentro, que es cruel y violento a su manera y que promete mucho, pero solo a unos pocos que son sus hijos pródigos. A todos los demás les ofrece mera esperanzas, pero al final solo les entrega desazón, tristezas y perdidas; pero nunca lo que realmente desean y por lo que luchan. Su brillo eclipsa su sofisticada brutalidad y lo cerrado y clasista que realmente es.

Es cierto que al principio, la obra resulta un tanto introductoria, y es posible que te aturdes ante tanto nombre y Flashback y saltos temporales. Pero una vez que le coges el tranquillo y la obra empieza a seguir una cronología fija, todo queda muy claro. Y no tardas en darte cuenta que estás ante una lectura plagada de adrenalina, emoción, intriga, muchos sustos y buenos giros de guion. Y que giros. Y cuanta intriga. Ya os he dicho que en “Los Destrozos” es una novela retorcida a más no poder. Con ella no se puede dar nada por sentado. A medida que va avanzando vas replanteándote muchas cosas de las que antes dabas por segura, atando, cabos y desconfiando absolutamente de todos los personajes. Absolutamente de ninguno. Y esto da lugar a un delirio de novela que atrapa y absorbe, por el que debes pasar con sumo cuidado, porque nunca sabes qué es lo que vas a encontrarte. Eso es lo que más me ha gustado de esta novela, la forma en que el autor juega con el lector y le hace dudar de todos y todo, como le obliga a hacer cábalas en todo momento, el clima de tensión e incertidumbre que poco a poco va generando a medida que la obra va implacablemente avanzando después de haberla introducido, mientras va dando información y giros de guion poquito a poco. Como se mete mucho en la vida de los personajes y en sus sentimientos y como da muchos detalles y al mismo tiempo consigue que todo esté bien cuestionado y que fluya perfectamente.

Es un auténtico y puro Thriller psicológico, sádico y erótico que se mueve con deleite entre la oscuridad y las escenas de violencia extrema, sexo duro y muerte con soltura. Si he puesto las advertencias de más arriba es por algo. Porque creo que por las sordidez del vocabulario usado y el detallismo gráfico en las escenas de violencia y sexo, este libro no es para todos los públicos. Y me parece de lo más normal. Durante todas sus lecturas ha habido momentos en que este grafismo me ha dejado el estómago hecho un nudo y me ha puesto muy mal cuerpo. Lo único que voy a decir es que si no estuviera tan bien escrita y fuera tan jodidamente atrayente me hubiera mosqueado mucho con ese final que le ha puesto Bret Ellos Eaton. Pero no, en este caso me pongo un puntito en la boca y me me quedo más que satisfecha con ese desenlace. Es uno que al lector le obliga a ir más allá de lo que tiene delante en el libro y a sacar sus propias conclusiones. Todo eso contribuye a que él o ella termine también totalmente en paranoia con la historia, con la locura y brutalidad que sazonan estas páginas. Y no pienso decir más, porque creo que es una novela que para entenderla hay que leerla y dejarse llevar, aunque suele muy tópico, y es por eso que me estoy andando con pies de plomo para escribir esta reseña, porque no quiero caer ni en el más mínimo spoiler. Si lo hiciera creo que le quitaría algo de su encanto a futuros lectores. Porque esa es la gracia de “Los Destrozos”, cómo te hace sufrir por la crudeza de su historia y su narrativa, pero a la vez te sorprende y te engancha. Es algo prácticamente masoca como no puedes parar de leerla cuando empiezas.

“Comprendí hace muchos años que un libro, una novela, es un sueño que pide ser escrito, igual que uno se enamora: el sueño se vuelve y resistible, es imposible hacer nada al respecto, al final te rindes y sucumbes por más que tu instinto, te diga que salgas corriendo, porque eso va a acabar siendo un juego peligroso: alguien saldrá malparado”. Éstas son las primeras líneas que podemos leer de “Los Destrozos”, Y ya nos dan una idea de qué va a ser este libro: una metáfora sobre los sueños que se rompen y que nunca llegan a ser. sobre las oportunidades perdidas, sobre el pasado que ha quedado atrás, sobre las cosas que pudieron ser y no fueron, sobre las heridas y los traumas que los años nos dejan. lo que empieza siendo una fiesta de música y alegría pasada por alcohol y drogas acaba convirtiéndose en una pesadilla que se salta con fantasmas que se mueven en el margen difuso de lo real y cuerdo y la mentira más rocambolesca. Y esto hace que esta historia hable sobre la más pura y escabrosa decadencia.
Comentar  Me gusta         169



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(16)ver más