La novela fue escrita en 1953, poco después de que los nazis quemaran libros, en plena Guerra Fría y cuando los televisores en blanco y negro comenzaba llegar a los hogares. La sinopsis es archiconocida: una sociedad del futuro en la que los bomberos queman libros porque son una amenaza para la felicidad. Lo que más me gustó: - las metáforas y los símbolos: son muy poderosos y abundan a lo largo de toda la obra. - la conversación con Faber, en la segunda parte, es sin duda mi pasaje preferido. El protagonista debate con el profesor sobre la importancia de los libros y la necesidad de un ocio verdadero. - como describe a la perfección la sociedad actual: la falta de pensamiento crítico, el aturdimiento de la falsa información y de la hiperconexión, las relaciones superficiales, la felicidad fingida. Lo que menos me gustó: - La forma de narrar de Bradbury, me desconcertó en varios momentos y no logró atraparme. - No terminé de empatizar con los personajes, ni de engancharme con la historia. De todas formas estoy contenta de haber leído este gran clásico. |