El árbol de las brujas

Al comenzar a leer este libro se puede llegar a creer que va a ser la típica historia de Noche de Brujas, un grupo de amigos se unen la noche en cuestión para hacer las típicas actividades de "dulce o travesura" y una de las ideas que tienen es ir a la que consideraran la casa "más embrujada" que hay en su ciudad.
Hasta todo dentro de lo esperado para un cuento de Halloween, hasta que llegados a la casa conocen a un extraño personaje, el señor Mortajosario. En ese punto los chicos pronto descubren que uno de ellos no está y tienen que iniciar una misión de búsqueda y rescate. Pero esta misión se vuelve en un recorrido través del tiempo y las diversas creencias culturales que dan origen a lo que hoy se conoce como Noche de Brujas o Día de los muertos u otras denominaciones, porque algo que Bradbury quiere dejar claro que está es una celebración que se funda en los confines más antiguos de la historia, que atraviesa cultura y que con más o menos aceptación ha sido parte de las creencias, tradiciones y mitología de todos los pueblos y de todas las épocas. Es una celebración que tiene su origen en la cultura egipcia (el culto a la muerte) en las tradiciones druidas. En como los pueblos a medida que se desplazan y conquistan territorio van reemplazando y también asimilando costumbres y creencias de aquellos pueblos conquistados, así los dioses romanos se imponen a las divinidades druidas, pero a su vez los romanos debieron sucumbir al avance del cristianismo, época oscura para aquellas criaturas que eran consideradas "brujas". Toda una lección de historia y mitología de diversos pueblos y sus diferentes cosmovisiones.
Porque la Noche de Brujas no es más ni menos que una noche en que las personas vuelven la mirada hacia uno de sus miedos más primitivos, el miedo y la fascinación por la muerte, el miedo y la atracción por lo desconocido, al hecho de que los hombres se preguntan que pasa con el alma de los fallecidos e incluso al hecho de que los seres humanos en un momento se preguntaron a dónde iba el sol de noche y si volvería a aparecer al día siguiente. Porque el sol "moría" cada noche
Bradbury nos recuerda que el 31 de octubre es la noche en que se recuerda a los muertos, en que vuelven a ser parte del mundo de los vivos.
En boca de uno de los niños, dice que los mexicanos no han olvidado el verdadero sentido de esta fecha.
Ahora medida que se lee el libro se va poniendo más profundo, no es la historia simple que se creyó al principio y Bradbury va atrapando al lector poco a poco, lo va rodeando y casi lo hace caer en una trampa, así como una araña tejiendo su red alrededor de una incauta mosca.
En cuanto a los personajes tenemos tres que destacan el ya mencionado señor
Mortajosario una especie de misterioso guía y maestro por esta noche que atraviesa los siglos, Tom el más valiente y líder del grupo de chicos, y Pipkin el chico que algo así como el corazón de este grupo, es por él que inician la aventura y que deben tomar una decisión que tendrá repercusiones en sus vidas a posterior.
Ahora por último el libro nos presenta un uso cuidado y prolijo del lenguaje, hay un uso casi pedagógico del mismo, de la estructura de las oraciones, de la composición de los párrafos, etcétera.
La mayor crítica que en lo personal le hago al libro es que en el grupo de amigos no hay ninguna chica, es un ejemplo acérrimo de un "club de Toby"