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¿He llorado? Efectivamente, he llorado. Hacía tiempo que no sentía con un libro como con este, todo lo que Ruby sufría lo sufría yo. Y lo que más pena me da de todo es que se ha terminado. Alexandra Bracken gracias. Este libro es tan estresante y emocionalmente intenso, pero es una gran conclusión, tenía altas expectativas sobre como finalizaría la trilogía y las superó completamente. En un principio la historia se hizo lenta, todo se mantenía en el mismo sitio, debían poner las cosas en orden después de lo que sucedió en el final del segundo libro. Me he terminado encariñando de todos sus personajes, pero a Ruby le he cogido un cariño especial. No es perfecta, es una adolescente que vive en una realidad muy complicada, que se ha pasado la mitad de su vida sola y que daría todo con tal de proteger a la familia que ha encontrado. Y eso es lo que más admiro y respeto de ella. Además comienza como una chica insegura y al final puedes comprobar como se convierte en una mujer segura de si misma y poderosa como nadie, sin quererlo se trasforma en la líder de una revolución. Se que durante la historia su grupo ha ido aumentando, haciendo nuevas amistades y acogiendo a gente durante la pelea, pero para mi siempre serán Ruby, Liam, Chubs y Zu, que se han convertido en hermanos y son lo mejor del libro. |
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