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"Tristan Sadler, un muchacho de veintiún años, toma el tren de Londres a Norwich para entregarle a Marian Bancroft las cartas que ella le escribió a su hermano fallecido, Will, durante la Primera Guerra Mundial". Es de agradecer que el autor, John Boyne, que siempre se sirve de niños protagonistas para contar la historia a través de su peculiar mirada, afronte esta novela con personajes más adultos, aunque jóvenes, para tratar un tema de emociones y sentimientos que, por la época en la que se desarrolla la trama, principios del siglo XX, hablar de ellos o sentirlos, todavía era considerado tabú y escandaloso. Sin ánimo de desvelar más, diré que la novela se lee bien, rápido, con la pluma con la que el autor se siente cómodo y que ya es una marca de la casa, contando las cosas de modo justo, recreándose en algunos pasajes, pero de un modo correcto, sin ser excesivo, para no perder el hilo de lo que se quiere decir. Admito que me gustó, que el final es el que es, y que es una buena historia sobre la amistad y "algo" más, sobre sentimientos encontrados que no se quieren mostrar, más en un ambiente militar como era aquella guerra de trincheras a la cual tantos muchachos fueron llamados a filas para luchar. Enlace: https://instagram.com/los.li.. |
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