El Aleph

"El Aleph" fue publicado en la revista Sur en 1945 y en el libro homónimo por la editorial Losada de Buenos Aires en 1949. El original lo adquirió la Biblioteca Nacional de España, en 1985.

¿Qué puedo decir de esta obra y de este escritor que no se haya dicho ya? Cada uno de sus textos está proveído de una vasta cultura. Mitos de la tradición literaria universal que abren un abismo entre la realidad y la ficción. 

El vehículo de Borges, la literatura en su más amplio significado.

Ya en una de sus obras escribió: 

“Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la penumbra”. Y eso explica mucho de su obra.

“El Aleph"está formado por 17 relatos cortos que giran en torno a un tema concreto y que básicamente tienen que ver con la existencia humana. 

En ellos están presentes la inmortalidad, el esoterismo, el crimen, la música, la poesía y, como no, esa dualidad personal tan característica.

Es Borges friccionándose.

La literatura de Borges es diferente a lo que al menos yo estoy acostumbrada. En ella hay un continuo juego con el lector, con una regla muy marcada. Un estilo muy peculiar marcado por la fantasía y la construcción de laberintos a través de un lenguaje sazonado con verdadero sarcasmo.

Los relatos están repletos de metáforas singulares, es una característica muy Borges. 

En algunos momentos ha creado en mí una gran desconexión por mis vanos intentos de comprender lo que había escondido detrás de sus líneas. Entré en su laberinto lingüístico con ganas, me reflejé en sus espejos esperando ver a través de ellos la imagen invertida. Intenté alcanzar ese mundo paralelo tan evidente, pero en esa vorágine me quedé pensando en una frase que leí no hace mucho de Carlos Ruiz-Safon 

“Los libros son espejos: solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.” 

Y dejé de intentar comprender para poder disfrutar de su lectura. 

Leer a Borges no es fácil. Evidente sus obsesiones personales en cada relato. Es un reto personal y literario que me ha encantado cruzar y compartir. Borges ha estado en mi estantería durante años, nunca lo leí hasta ahora. Los lectores crecemos y maduramos, ese tiempo nos permite apreciar obras que en su momento no “vimos” y ahora ya forman parte de tu bagaje literario. Un lujo formar parte de este reto lector en compañía de personas que han aportado mucha luz a esta lectura.