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Estrellas errantes me ha dejado un sabor agridulce. La historia en general me ha gustado bastante (por la ambientación, las descripciones de la indumentaria de los personajes, los lugares, las reminiscencias de Star Wars...) Considero que es una novela centrada en la dualidad y el contraste. En todo momento nos encontramos con dos mundos opuestos entre sí: uno de corte medieval y arcaico (Mitsval) y otro futurista y moderno (Tásidar). También nos encontramos con dos protagonistas femeninas muy diferentes. Por un lado se nos muestra el punto de vista de Rin, princesa de Mitsval, quien a veces me ha resultado demasiado fría y seria para su edad. Por otro lado, está Niki, impulsiva y rebelde. Aunque en un primer momento no simpaticé con ninguna de las dos, poco a poco Niki se fue ganando mi corazón, y además, su relación con Lux Kentaurus, sargento de la Guardia Nebular, es lo que más me han enganchado a este libro (creo que es un romance muy tierno que en ningún momento se hace pesado o empalagoso, al revés, te quedas con ganas de más). Otro personaje que también me llamaba mucho la atención era Yassir. Su relación con Rin prometía, pero al final me resultó demasiado fría, que supongo que era la intención de la autora. En definitiva, he de decir que me ha parecido una historia muy original, pero su final me ha destrozado el corazón y me ha dejado triste. No obstante, seguiré leyendo a Gema Bonnín porque me gusta mucho su forma de escribir. |
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