Diez relatos protagonizados por mujeres que, de una forma u otra, buscan huir de la soledad conforman esta colección de la mexicana Liliana Blum. Otros puntos en común (si no a todos los relatos, sí a la mayoría): la violencia, las relaciones "anómalas" tanto con padres, hermanos, amantes..., lo que hace que los textos se muevan entre el cuento de hadas, al menos como pretensión, y la nota de sucesos. Por si sirve de referencia, estos cuentos de Liliana Blum vendrían a ser una versión menos bestia de los de María Fernanda Ampuero o Mónica Ojeda. Como es normal en toda colección, una siente cierta querencia por alguno de los textos. En mi caso serían "Luz de mi vida, fuego de mis entrañas", gracias a su abierto y por ello más terrible final, "Picota" y su violencia de doble vía y el amor como vía de escape y "Agua en los pulmones" con sus oscuros secretos familiares y un final redentor a su manera. Otros, en cambio, resultan más planos y previsibles, como "Una novia para Kafka" o "Madriguera" y algún otro, como "El diablillo de la balsa", se ve lastrado por un final que no llega a estar a la altura de la premisa y el desarrollo previo. De todas formas, y pese a sus irregularidades, "Tristeza de los cítricos" es una interesante colección de cuentos muy en la línea de la narrativa latinoamericana actual. |