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Mile acaba de dejar el listón muy alto con esta historia, pues para mí, de las tres que van hasta el momento, es mi favorita sin duda. Creo que le daré la razón a Nyx en este punto, y es que Altagracia es una mujer de armas tomar, quisiera decir literalmente, pero lamentablemente no empuñó ningún arma en este libro, solo Dios sabe que a Doña Prude, como Lord William la llamaba cariñosamente, hubiera sido víctima de un sincope de ser así. El libro anterior me atrapó rápido, pero este fue un libro que me obligué a pausar y a disfrutar. Esta serie mejora y mejora con cada nuevo libro. Nuestra protagonista es enérgica, de pensamientos liberales para ser una mujer que se adentra en el Londres del XIX, llena de amor por la escritura y un actitud de firmeza en su pensar y actuar; defendía sus ideas en los libros anteriores, por lo que me imaginaba que algo así se vería, pero lo que encontré en este libro fue magnifico, y a mí parecer, es el personaje con más madurez que ha tenido en la historia. Es consciente y racional, pero amorosa y llena de anhelos por tener un amor en su vida como sus hermanas lo han conseguido, pero a su vez, sabe que los matrimonios no son siempre por amor y menos en esos momentos. Altagracia es la primogénita, como sabemos desde el primer libro, pero por ser mujer no hereda el Ducado de su padre, aunque sí llega a ser parte de un lugar en la nobleza en Londres por matrimonio y no solamente en España que es de donde proviene su herencia noble. Por un lado, tenemos a Lord Emerald y por el otro a Lord Lovelace, quienes juegan un papel importante en la vida de Grace, como se hace llamar en Londres. Estos nobles caballeros hacen que el libro este siempre lleno de altibajos emocionales que te hacen no querer despegarte de este sin acabar la historia. Cosa que amé: El poder y la palabra que tenía Grace al momento de hacerse notar y cumplir su palabra y aunque por momentos llegué a estar en su contra, al conocer todo lo que había tras su actitud no pude evitar darle la razón. ¡Hurra por ella y su Lord! Cosa que no me gustó: Lord W Lovelace casi me enloquecía por momentos. Terco y orgulloso como solo un hombre puede serlo, se hubiera ahorrado mucho dolor de haber aceptado la ayuda de Lady Grace. Cosa que me encantó: El amor familiar que en este libro se profesa, y es incluso mayor que en los otros; me gustó muchísimo la relación de Lady Grace con sus hijos, el amor y la devoción que ella entrega es algo poco usual en los libros de romance histórico. Personaje Favorito: Doña Prude sin duda jajajaja. Me permito llamarla como Lord W Lovelace lo hace, ya que la reacción de ella siempre era significativa. Ares, el perro de Lady Grace, que siempre hacia lo que quería pero que, al más mínimo regaño de su dueña, era un gran ejemplo de mascota. Personaje que odie: Lady Black, es la mayor arpía de las arpías, además de todo, muy descarada. No diré nada más. En comparación con el libro anterior, solo saque sesenta y siete frases, muchas de las cuales me encantaron por sus momentos y otras que dicen grandes verdades, sin duda Mile escribió un muy buen libro. |
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