Premonición

Hace tempo que la novela negra (o etiquetada como tal) se ha convertido en un escaparate para mostrar pueblos, ciudades, valles y parajes donde antes no pasaba nada y que ahora son lugares donde cualquier asesino puede ir dejando cadáveres con distinta suerte según su destreza. Premonición es otro de esos libros que se vale de las localizaciones y paisajes para situar una trama en un escenario que casi se convierte en otro personaje. En esta ocasión la isla de Menorca en temporada pre veraniega, cuando aún la mayoría de hoteles y servicios permanecen cerrados será el lugar elegido por la autora para trasladar allí a la forense Simonetta Brey. Un personaje no exento de carisma y envuelto en las primeras páginas en un halo de misterio acerca de su pasado y su situación justamente anterior a ocupar un destino como doctora de familia en la isla de Menorca.

Un trama que se desarrolla entre Ciudadela y el Lazareto de Mahón y a la que le cuesta alcanzar el suficiente grado de complejidad hasta que llegas a más de la mitad del libro. La investigación a la que la forense y también la propia policía de la isla tendrán que hacer frente se desarrolla de manera lenta y algo pobre en cuanto a métodos y procedimientos, dejando muchas cosas a la casualidad o hallazgos en la red. El ritmo y la tensión necesarios en un thriller aquí llegan un poco tarde, ocupando demasiadas páginas con la aventura más personal que la forense comenzará a vivir en la isla, y que se precipitará un poco al final cuando ya todas las piezas son desveladas.

Una novela que, sin embargo, se lee de manera ágil y que tendrá el mayor hándicap en realizar una investigación sin poder hacerlo abiertamente y a la vista de sus nuevas amistades, a las que ocultará el verdadero motivo de su estancia en la isla, salvo a Sergi, un joven “Watson” que será quien le ayude a esclarecer las muertes, aparentemente naturales, de varios médicos jubilados, por lo que aquí no encontraremos asesinatos violentos ni cuerpos brutalmente mutilados, ya que todo ha ocurrido de manera accidental o en cualquier caso natural. Rodeada de un variopinto grupo de secundarios la historia nos llevará por distintos lugares y costumbres de Menorca en un recorrido casi turístico hasta un desenlace inesperado pero que podía haber dado mucho más de sí.

Premonición es una novela con la que pasar un rato entretenido, que está escrita con un lenguaje sencillo y casi coloquial, sin artificios literarios, con una trama original y diferente. Capítulos cortos y personajes interesantes que incluso pueden tener un mayor recorrido en próximas entregas y situada en un escenario que da mucho juego, pero a la que se le echa en falta un mayor compromiso con el thriller o la novela negra en cuanto a los procedimientos detectivescos se refiere.
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