Cañas y barro

Empecé "Cañas y Barro" sin ningún tipo de expectativa y lo terminé con la sensación de haber leído algo muy, muy bueno.
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La novela nos trasporta a la Albufera valenciana de finales del s.XIX. A través del agua dulce y oscura de la Albufera conoceremos a su gente y su forma de vida, un universo donde la marginación y la pobreza convive con el arroz y las anguilas. El eje principal de la novela es la familia Paloma, tres generaciones de pescadores, que no son más que el reflejo de un pueblo.
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Los términos que definen esta novela son dureza, dolor y tragedia. En "Cañas y Barro" la miseria, la envidia, la crueldad y la violencia conviven en un mismo espacio con la honradez, la humildad y la belleza. Ambos mundos se dan la mano en un pulso que siempre gana el lado más amargo.
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Para mí, el punto más fuerte de la novela reside en lo bien escrita que está. Blasco Ibañez es capaz de hacer descripciones que rozan la excelencia, hay finales de capítulo que me dejaron sin aliento... más de una vez me costó parar para no adelantarme en la lectura. Pero agradezco haberlo leído poco a poco porque la prosa de Blasco Ibañez merece detención y reposo.
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Esta novela me ha marcado, no solo porque en ella haya leído la crueldad más terrible. Me ha marcado porque es una novela que duele y te revuelve las tripas, pero merece mucho la pena leer.