Una historia bonita, poco ortodoxa con los cánones de la novela histórica, pero entretiene. Por un lado tenemos a Livia, una belleza singular, que no es exactamente la dama que todos desearan que fuera y a Gabriel, guapo a rabiar y frío más, un auténtico caballero. Personajes interesantes, odiosos unos y entrañable otros... El amor llegará despacio pero inevitablemente, la incógnita es como lo manejaran nuestros protagonistas. Está un poco edulcorada la historia, pero los amantes del género la disfrutarán.
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