El laberinto de la Atlántida

omenzamos con Alvaro Ariza, un autentico niño de papa que se traslada a Estados Unidos con su novia francesa no encuentra su lugar en esta vida y como una persona que lo ha tenido todo siempre, se siente desubicado aunque pretenda encajar y no defraudar a nadie. A todo esto su novia se cansa de él y decide dejarlo colgado dando clases en una universidad de prestigio. Fue a raíz de un extraño encuentro en el tranvía donde un personaje cuanto más peculiar le entrega un diario de un tal Barrantes, un agente secreto español que luchó en la segunda guerra mundial y vivió una autentica aventura en Creta. Esto provoca en Alvaro un verdadero punto de inflexión en él y decide abandonarlo todo y marchar a Creta en pos de los misterios que narra Barrantes en su diario y a conocer más sobre este personaje (tenemos que tener en cuenta que son los felices años del mayo del 68 y la gente hacía cosas sin mucha explicación). En Creta vivirán todo un periplo de aventuras dignas de ser leidas puesto que es aquí donde la acción se convierte en profesora de historia y nos descubrirá misterios y datos de interés para todo amante de la novela histórica.
Tengo que reconocer que esta lectura ha estado plagada de sentimientos contrapuestos. Algunos comentarios negativos sobre ella, unidos a un comienzo en sus primeras páginas que me dejaba totalmente indiferente mientras pedía a gritos un poco de acción y que enfiláramos el camino de la propia trama en cuestión, me llevaban al cierto grado de preocupación. Pero por fin Creta obro el milagro, un milagro escondido entre las páginas de un diario, el de Barrantes, que se nos descubre como un personaje fascinante, que incluso eclipsa al protagonista de la obra desde las sombras del pasado. Creo que Alvaro Bermejo ha elegido unos gregarios de lujo en esta ocasión para acompañar a Alvaro Ariza como protagonista, tan magnífica elección que por momentos estamos más pendientes de ellos que del personaje principal.
Muy adictiva por momentos la novela invita a visitar Grecia, Creta, y sus islas buscando disfrutar de su vida, sus paisajes, sus gentes y como no, estar atentos a sus misterios y sus leyendas.
Algo que he dudado hasta el último momento si comentaros ha sido un grave anacronismo que he encontrado dentro de la novela pero que para nada puede restarle el merito y el valor que la obra tiene y son las numerosas referencias al grupo musical Village People cosa que juraría es imposible porque dicho grupo se fundó a finales de los 70 y hubiera quedado en un simple guiño si no recurriera a su música en varias ocasiones lo que llevó a que me obsesionara con los datos comprobando que todo estaba correcto (algo que también me ha chirriado ha sido oír hablar en un par de ocasiones de discos duros de memoria sobre todo en aquella época, no creo que fuera un término muy conocido).
Con esta salvedad, tengo que reconocer que es un libro muy bien escrito, que se va dejando leer sólo, desembocando en un final muy digno y del que he aprendido bastante sobre la guerra civil de Grecia tras la desocupación alemana de la II Guerra mundial y sobre mitología griega y atlante. Totalmente recomendable para todo aquel que tenga inquietudes en los misterios de la vida y quiera saber un poco más de la guerra mundial en el Mediterráneo.
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