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Reconozco que Brian Michael Bendis siempre me ha parecido un guionista anodino, y nunca he entendido por qué ha conseguido meter la zarpa en tantas colecciones de Marvel. Sus trabajos carecen de personalidad y se limitan al guion. Que no se me malinterprete, que no es malo. Simplemente digo que le falta ese toque de genialidad que tienen otros grandes. Pero en esta saga debo descubrirme, al menos en cuanto a originalidad y atrevimiento, así como en ritmo narrativo y tensión. Tras los sucesos acaecidos en Vengadores Desunidos, los principales equipos de supers de la tierra deben tomar una decisión importante: qué hacer con la bruja escarlata, cuyos increíbles poderes, unidos a su desestabilización mental, son capaces de poner en peligro a todo el mundo. Y de hecho ocurre: Wanda realiza un hechizo que cambia a todo el mundo. Absolutamente todo. Magneto, junto a su dinastía, es el "rey" de un mundo dominado por los mutantes. Ante esta premisa, unos cuantos han quedado fuera del hechizo y emprenden una lucha imposible por restaurar la realidad existente anterior... aunque esta sea peor que la dibujada por Wanda. El cómic tiene momentos impagables, como cuando Peter Parker recupera sus recuerdos y descubre que la vida que creía tener con Gwen Stacy (y su hijo) es solo una ensoñación demasiado real. "Por favor, ¿puedes borrarme los recuerdos?", le pide al doctor Extraño. Una saga que me parece absolutamente imprescindible y que, para ser redonda, debería haber sido narrado con menos precipitación, pues en ocasiones el dibujo no acompaña o no explica qué está ocurriendo. |
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