El lenguaje de la literatura es universal, y este libro es la prueba. Lo encontré en un lugar donde no esperaba nunca hacerlo: una charla sobre derechos los derechos de las personas con discapacidad. Yo solo puedo imaginar por mi tiempo trabajando… pero un testimonio en primera persona llega más. Mucho más. Lo único que lamento es que le perdí el rastro a la autora. Mejor poema: Yo, Norali. Solo leanlo.
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