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Una lectura que no me duró ni un día. Una vez lo comencé, ya tenía que saber como acababa, mi mente ya no concebía hacer otras cosas hasta que no lo terminase y viese que pasaba al final. Una novela oscura, apocalíptica, llena de criaturas aterradoras que nadie sabe de donde han venido ni que quieren, personas con las que es mejor no cruzarse, oscuridad, drama y toxicidad. Una novela que parece un cóctel molotov, porque no le falta absolutamente de nada. Está narrado de una manera, en la que te sientes dentro de la historia en todo momento. Llegas a pensar que eres uno de los protagonistas y que todo lo malo que les está pasando ellos, va a pasarte a ti también. Hubo momentos en los que realmente sentí un escalofrío recorriéndome la espalda. Tenemos ante nosotros un libro sin tapujos, donde se nos presenta como es la crueldad humana en su estado puro. Llega un momento en el que no sabes si los monstruos son los verdaderos peligros o más bien, son los humanos. Te hace reflexionar mucho sobre esta cuestión, además de que la crítica social tan grande que encontramos entre sus páginas no deja indiferente a nadie. Otra de las cosas que más huella han dejado en mí, ha sido ese pedazo de final que tiene la obra. Se llega hasta él mediante una enorme supervivencia por la que tienen que pasar los protagonistas, desengaños amorosos, rupturas, drama, mientras te persiguen unos monstruos gigantes con la boca llena de sangre. Como si ya de por sí una ruptura no fuese algo malo, se le añade un fin del mundo. Gracias, Rubén, por mostrar al mundo un mensaje tan importante a modo de libro. La tierra se está destruyendo, pero cosas como la homofobia y la misoginia son cosas que deberían aparecer más en este tipo de obras. ¿Los monstruos son las criaturas o los humanos? Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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