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Iris es psicóloga, trabaja como orientadora en un instituto de élite de Atlanta, y después de siete años de relación sigue completamente enamorada de Will, su marido. Y Will de ella. al menos eso es lo que pensaba hasta esta mañana cuando le hacía el amor, apurando los últimos minutos antes de la salida de su avión a Orlando. Después todo se ha convertido en una auténtica pesadilla. Cuando Iris llegó al instituto supo de un accidente aéreo: un vuelo de Atlanta a Seattle con ciento setenta y nueve pasajeros se había estrellado. Qué alivio que Will iba a Orlando, pensó. Qué poco le va a durar la tranquilidad, porque poco después va a saber que, en contra de lo que piensa, su marido es una de las víctimas del accidente; un dato que no puede asimilar porque Will llevaba una semana hablándole de su viaje a Orlando. Y eso implicaría que su marido le ha mentido. Y no entiende porqué motivo le iba a mentir. Tampoco sabe para qué iba a ir a Seattle donde no conoce a nadie, ¿o sí? Y así da comienzo este domestic noir, que avanza a ritmo de thriller y en el que la tensión va in crescendo. En él no solo vamos a conocer muy bien a Iris, que nos contará en presente y en primera persona su historia, transmitiendo al lector la sensación de inmediatez a través de este tiempo a la vez que lo contagia de toda la desazón que siente. al mismo tiempo, iremos montando las piezas de un ser desdoblado: el Will que ella creía conocer y la persona que verdaderamente era su marido. Iris me ha parecido uno de esos personajes tan certeramente trazados que traspasan el papel. Su cabeza es una olla en ebullición y se va a devanar los sesos intentando encontrar respuestas a las miles de preguntas que se plantea. Porque ellos son un matrimonio feliz y llevan una vida acomodada. Ella no quiere pensar mal, asumir que Will le ha mentido intencionadamente. Cuando alguien no te quiere o te engaña, lo notas. Y ella sabe que Will la quería, que era para él “su persona favorita”. Necesita encontrar una explicación plausible para este cambio de planes en su agenda, o que alguien le diga que todo ha sido un error y que Will está en esa lista por un cruce de datos pero que en realidad está sano y salvo en Orlando, donde ella le creía. La última mentira es un thriller de los buenos. de esos que te atrapan de tal forma que hacen que te impliques en la historia, que te lances junto a Iris en la búsqueda de respuestas. Y es que los personajes en esta historia son el gancho perfecto. La mentira de Will activará en el lector esa emergencia por saber qué ha ocurrido en realidad. Por naturaleza somos curiosos y rápidamente surgirá en nosotros la necesidad de conocer ese lado oscuro de la historia. Por otro lado, Iris es un personaje muy trabajado y es fácil empatizar con ella y comprenderla. No sólo se ha quedado viuda de una forma trágica sino que a la vez ha descubierto que su marido le ha mentido y mucho. A través de ella iremos viviendo las etapas por las que atraviesa, no solo respecto al hecho de sentirse traicionada y engañada sino en cuanto al duelo, aunque ella será reacia a creerlo en todo momento. Con una prosa clara y sencilla, una historia en la que los escenarios carecen de relevancia en favor de la trama, la autora sabe imprimir un ritmo frenético a la historia, dar mil vueltas de tuerca y hacer que la maraña se vaya enredando más y más. Cada respuesta abrirá varios interrogantes y una vez que has comenzado no pararás hasta dar con la solución. En definitiva, La última mentira es un domestic noir de esos que no dan respiro y que no puedo dejar de recomendar. Acción sin límite, giros insospechados, tensión creciente, unos personajes bien construidos y un final que nos dejará los ojos como platos son ingredientes suficientes para disfrutar de unas estupendas horas de lectura. Enlace: https://bookeandoconmangeles.. |
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