Sexbook: Una historia ilustrada de la sexualidad

En noviembre, Babelio propuso su masa crítica de Ilustrados. Me lancé sin muchas esperanzas y me ha tocado (ya que no toca el Gordo... ¡ni tan mal!) Ya imaginaréis mi emoción cuando he visto cuál había sido el elegido... no cabía en mí de la impaciencia.

Y por fin llegó a mis manos. Y era mil veces más bonito de lo que había imaginado. El trabajo de Cristina Daura es impresionante. Y se ajusta de maravilla con la temática.

También me llevé una sorpresa cuando vi que era mucho más largo (siempre es una grata sorpresa, ¿no?). Pero hablo de texto, claro... mucho texto. Los preliminares, perdón, la introducción ya prometía, pero me asusté por mis expectativas tan elevadas. ¿Y si al final no daba la talla? ¿Y si yo no estaba de humor para tanta intensidad? ¿Y si no congeniábamos? ¿Cómo explicaría que no había sido para mí?

Todos esos miedos quedaron atrás cuando me adentré en las primeras páginas de la Edad Antigua. ¡Si hasta marcan los años en ese formato de línea temporal con un 2000 a.n.e.! ¡Antes de Nuestra Era! ¡Nada de religión! Ahí supe que seguramente esto no iba a ser otra historia más de una noche...

Os recomiendo muchísimo este libro. Quizás no lo sepáis, pero como docente, no dejaba de pensar que era idóneo para una buena educación sexual. Claro, divertido, bien ilustrado. Pero que tampoco se anda con chiquitas y muestra momentos duros de la historia de la sexualidad. Y hay muchos de esos momentos. Demasiados.

Les autores nos hacen un recorrido cultural, artístico (cine, literatura, pintura, etc.), religioso, político... vemos cómo crece y decae y vuelve a resurgir el empoderamiento femenino, la libertad sexual, el placer. Nos enseñan la evolución e involución del deseo y del sexo, sin importar el género de los amantes ni su edad, ni su procedencia, ni su estatus social. Y todo desde hace miles de años hasta el mismísimo confinamiento, con la llegada de la pandemia por la Covid-19.

Ya lo considero un imprescindible en las bibliotecas de cada hogar. Incluso debería estar disponible en cada instituto. Porque aquí no nos muestran que todo está permitido, ni que la libertad es un absoluto donde se puede hacer cualquier cosa. Hablan de respeto, de consentimiento, de derechos.

Pero lamentablemente, la realidad es otra y nuestra sociedad es todavía muy retrógrada. Ojalá las AMPAs no echasen abajo lecturas que puedan mejorar la calidad de vida, permitiendo el florecimiento de la empatía. El rechazo nace del desconocimiento: ¡aprendamos!