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Crítica de lavidademisilencio


lavidademisilencio
16 October 2019
1999, Córdoba. Julia vive un momento difícil. Su ansiedad, fruto de un pasado que no logra superar, no le da tregua y su única forma de vencerla es a través del alcohol. Julia tiene un apellido al que hacer honor pero últimamente solo lo deja en evidencia. Su situación con su marido Miguel tampoco ayuda pues pasa largas noches fuera de casa y, cuando está presente, todo son reproches. Julia no ve salida a tanta desesperación hasta que un día se cruza en su vida un misterioso libro donde se contará la historia de Helena, una joven rusa que vivió en San Petersburgo en 1900 y cuyo futuro se vio truncado tras conocer al príncipe Félix Yusúpov. Poco a poco Julia irá caminando junto a la protagonista por las calles de San Petersburgo, se perderá entre las paredes del palacio del príncipe, vivirá junto a ellos su juventud. Asimismo, según va avanzando en la historia, sus vivencias y las de Helena se tornan cada vez más similares. ¿Descubrirá Julia por qué su vida parece conectada a la de la muchacha entre las páginas?

En el corazón del tilo está dividido en 52 capítulos cortos en los que se intercalan las voces de Julia y Helena. Esta estructura dinamiza la lectura ya que el lector está constantemente cambiando entre épocas y perspectivas. Sin embargo en algún momento esto puede generar confusión pues hay muchos elementos en común que provocan que tengas que pararte a pensar a qué historia pertenece cada suceso. Por lo demás, la narración es ágil y no se detiene mucho en florituras, aspecto que agradezco enormemente, pues puedo llegar a aborrecer los detalles excesivos.

Respecto a los personajes, todos ellos me han resultado coherentes y bien perfilados. El lector es capaz de ponerse en la piel incluso de aquellos que no despiertan ninguna simpatía, pues sus motivos y acciones tienen una base sólida.

Julia, una de las protagonistas indiscutibles de esta historia, comienza el relato siendo una persona intratable que ahoga sus miedos en el alcohol. Suelo aborrecer este tipo de personajes, pues tienden a ser victimistas y a no responsabilizarse de sus actos. Por el contrario, Julia es muy consciente de su situación, del daño que causa y de que tiene un problema. A pesar de que es el momento en el que menos se puede empatizar con ella, creo que es un punto de partida necesario para poder ver su evolución de forma más clara. Además, no presentarla como un personaje perfecto la hace más real. Durante el desarrollo de la trama se nos irá desvelando el origen de sus traumas a la vez que se nos presentará una Julia más cercana, familiar y humana. Sin duda, una digna protagonista: compleja y llena de matices.

En un segundo plano tenemos a Miguel, el marido de Julia. Su relación con la protagonista tiene mucho peso en la trama, pues su actitud y su falta de comprensión hacia su mujer son la base de muchos de los problemas que la acechan. Es un personaje que sufre muchos altibajos durante la historia y al que se puede ver en múltiples facetas.

Como personajes secundarios nos encontramos a los hijos de la pareja (Pablo y Marta) y también a Nieves, la mejor amiga de Julia. Ellos serán el pilar fundamental de la vida de la protagonista, en quienes confiará plenamente y quienes la ayudarán a salir del pozo en el que su pasado la ha sumido. La relación de Julia con su hija Marta me ha resultado particularmente especial dadas las circunstancias de ambas.

Helena se nos presenta a través de las páginas de un libro que llega, misteriosamente, a manos de Julia. Gracias a esta novela conoceremos su historia, la de una niña rusa hija de un famoso orfebre cuya vida cambia irremediablemente cuando conoce al joven príncipe Félix Yusúpov. Lo que nació como una amistad infantil comienza a arraigarse y a formar raíces más profundas, tornándose en un amor por el que tendrán que, inevitablemente, luchar. Juntos explorarán las diferentes etapas vitales, desde la tierna infancia, pasando por la adolescencia y llegando a la adultez. Es en este camino que el lector puede disfrutar del crecimiento de los personajes, de su evolución y de su llegada a la madurez.

En cuanto a secundarios destaca Mat, la niñera de Helena, que protege a la pequeña y le permite vivir su infancia de la forma más plena posible. Es uno de esos personajes de telón de fondo a los que se le coge enseguida cariño y se vuelven de los más entrañables de la historia.

De la trama lo primero que cabe destacar es el magnífico trabajo de documentación. La autora me comentó que realizó dos viajes a Rusia para dotar su novela de más realismo, hecho que consigue de forma sobresaliente. A través de los ojos de Helena el lector siente que está allí con ella, caminando de su mano por las calles de San Petersburgo, correteando por los pasillos del palacio real, viviendo la historia en primera persona. Además, su constante uso de referentes culturales rusos (comida, folklore, canciones...) causa curiosidad por una cultura que, en mi caso, me resultaba ajena. También es necesario mencionar que algunos de sus personajes están basados en personas reales —si leéis la historia no cometáis el error de buscarlos, pues podéis llevaros algún pequeño adelanto de lo que ocurrirá más adelante—. Personalmente, saber que hay un ápice de realidad en los personajes de una novela es algo que me hace una tremenda ilusión.

Uno de los aspectos que más me ha gustado de la novela es como poco a poco te sumerge en las vidas de Julia y Helena y tú mismo puedes ver las semejanzas entre ambas vidas. La autora va dejando un detalle aquí y otro allá y eres tú quien acaba encajando todas las piezas del puzzle. Me fascina cuando el lector tiene un papel activo en la historia en lugar de recibir toda la información mascada.


Que se traten temas como la ansiedad y el alcoholismo también es un punto a destacar, pues nos acerca a unos personajes humanos y con defectos.

Otra temática que me ha marcado es la del pasado como lastre, presente durante toda la historia. Se hace especial hincapié en la importancia de aceptar aquello que ya no se puede cambiar y aprender a valorar lo que forma parte de nuestro "ahora".

Por otra parte, algo que no me ha convencido es que en ocasiones el lenguaje parece de otra época que no concuerda con la que se narra. En las partes de Julia a veces parece que se trate de unos años bastante anteriores a los 2000 por cómo hablan y se tratan los personajes.

También cabe añadir que al principio se hace un tanto lento, aunque enseguida la historia coge ritmo y el lector ya se ve envuelto en la narrativa.

Con respecto al final, a pesar de ser un tanto abrupto, me parece un broche maravilloso a una historia conmovedora. de hecho en algún punto del desenlace se me pusieron los pelos de punta, cosa que me ocurre en muy contadas ocasiones por no decir ninguna. No cualquier historia es capaz de traspasar las páginas y provocar este tipo de sensaciones en el lector. También es de destacar que una autora novel haya conseguido tal calidad en su primera obra. Desde aquí os animo a leer esta historia y dar oportunidades a autores que se están abriendo paso en la literatura. de vez en cuando te puedes encontrar con pequeñas obras de arte como me ha ocurrido a mí en esta ocasión.
Enlace: http://lavidademisilencio.bl..
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