En el corazón del tilo

El libro arranca en la época contemporánea con Julia, una mujer adulta que no sabe como afrontar sus angustias y problemas personales y aunque no le guste, cada vez tiene una mayor dependencia del alcohol. Sabes qué le ocurre algo, pero aún no eres capaz de adivinar cuál es la historia que hay detrás.

Cada día es peor, la situación es repetitiva e insostenible, hasta que un día decide ir a un centro comercial y se encuentra con una extraña que parece entenderla y le regala un libro especial.

Aquí arranca la segunda historia, la historia de Helena recogida en el libro. Nos transporta a Rusia a principios del siglo XX, una niña de 10 años que se enamora de su príncipe azul, contada por la propia Helena y comienza como si fuese un cuento infantil.

A partir de aquí, empiezan a intercalarse las dos historias y llega un punto a partir del cual la novela va cogiendo algo de fuerza y forma. Deja de ser un cuento infantil y deja de ser el retrato exagerado de una vida reiterativa y sin sentido. Poco a poco vamos conociendo las vidas de las dos protagonistas: la de Julia en retrospectiva, conociendo su pasado y sus secretos, la de Helena durante toda su vida, conforme va creciendo y se va convirtiendo en una mujer adulta. Dos historias con varias coincidencias, que se van retroalimentando y algo más en común que no se descubre hasta casi el final del libro. Dos sueños que han sido truncados por la misma figura.

Es una novela que va de menos a más -menos mal que me avisaste, Ana-. Me ha gustado mucho la ambientación histórica. Se nota como la autora se ha documentado con las ciudades que aparecen en la novela, como ha cuidado los detalles en las ropas y las casas.

No es mi estilo, ni mi género, pero a partir de cierto punto he disfrutado con su lectura.

Valoración: 7,25/10
Lectura: Febrero 2019