 |
“Amurao: El purgatorio de los niños perdidos” es la primera entrega de una saga que transcurre en la provincia de Huelva, concretamente en Riotinto. El inspector Marcos Navarro, recién llegado a su nuevo destino, se ve envuelto en un caso bastante delicado. La aparición del cadáver de un niño de 4 años en el embalse hace que el pueblo salga de su habitual tranquilidad y empiece la preocupación entre sus habitantes. La reportera, Laura Moreno, dudará si usar la noticia para lograr su ansiado ascenso al saber que el inspector que está a cargo del caso es su antiguo amor de la juventud. Ésta se acercará a éstel sin saber muy bien si lo hace por su carrera o porque ha comenzado a sentir algo por él. Una historia rodeada de crímenes infantiles que vuelven a repetirse después de 100 años, ya que hubo casos similares en 1917. Tras el primer cadáver van sucediendo más sin que la policía sea capaz de capturar al asesino, a pesar que lo dan todo en la investigación. Los personajes principales me han parecido muy bien desarrollados, actuando ambos de la forma esperada según sus profesiones. Aparecen también personajes secundarios que le dan sentido a la trama. A nivel narrativo me ha parecido muy bueno, ya que describe Riotinto de tal forma que sin haber estado allí parece que ya lo conozco. La única pega que podría ponerle es que sus capítulos son demasiado extensos y que, a veces, se hace un poco pesado con narraciones del pasado. Aunque es entendible que nos tiene que poner al día de los personajes y su antigua vida para poder comprender ciertas cosas. La lectura me ha mantenido enganchada desde el principio hasta el final del libro, sorprendiéndome en las últimas páginas con el asesino, ya que no me lo esperaba. Conclusión Es una lectura totalmente recomendable para los amantes de este género, que os mantendrá con la intriga hasta el final de sus páginas. |
>
