Nicolas Barreau escribe historias de amor preciosas, siempre con ese toque idílico y soñador. En esta novela acompañamos a Antoine en un día de absoluta locura, buscando a la que él considera el amor de su vida, y conoceremos a una serie de pintorescos personajes de París que a mí me sacaron más de una sonrisa. Es una lectura ligera y rápida, de esas que te calientan el alma y te dejan con una sonrisa en los labios. Le doy tres estrellas porque, a pesar de que me ha gustado y ha sido lo que esperaba, la trama no tiene nada especial que haga que esta historia vaya a perdurar en mi memoria. |