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Un rostro desfigurado por ácido. Así, sin tiempo para prepararse empieza la novela de Barón Biza. Esa cara es la de la madre del protagonista, Eligia, que encarna el recordatorio de lo peor de la violencia machista. Su ex marido le ha atacado en una reunión con los abogados sobre su divorcio y después se ha suicidado. Violencia, cobardía, posesión y odio, ese era él. Tras el ataque lo que toca es descubrir en quienes se han transformado los que sobreviven: Mario y su madre. Comienzan largos meses de convalecencia, operaciones, viajes buscando el imposible, espejos que no se reconocen, sufrimiento y dolor, mucho dolor. Contada de manera a veces poética, a veces ruda, la narración se convierte en más escalofriante al saber que todo es real. La historia es la de Rosa Sabattini, madre de Jorge Barón Biza, que fue atacada en 1964 con ácido por su ex marido Raúl. Una mujer brillante y adelantada a su época y que terminó suicidándose tras años de luchar contra las consecuencias de la atrocidad. Sólo porque no hay que olvidar, nunca, es imprescindible leer este libro. Por justicia, por Eligia/Rosa, por todas. |
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