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Cuatro historias se entrecruzan con la ciudad de Cartagena de fondo. Luis e Ismael dos «raterillos» que reciben el encargo de robar una antigüedad del Museo, Irene trabajadora social a punto de casarse y continuar con su anodina vida, Ginés un despreocupado joven que vive con sus ancianas tías y que gracias al robo del Museo descubre un secreto de la familia y Aurelio el «borrachín» del pueblo que vive de todo aquello de lo que se desprende la gente, bien por desconocimiento o simplemente por aburrimiento y a lo que él saca buen partido. Y como punto de partida a todas estas historias un hecho que sucedió hace más de 70 años. Me ha mantenido intrigado esperando un encuentro entre tanta historia que sabes que va a llegar pero desconoces como los autores lo van a afrontar, no tenía el gusto de conocerlos y me han sorprendido bastante, muy recomendable y tendré que ponerme con otras de sus novelas.
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