Se supone que es un libro de humor, pero casi he pasado más tiempo llorando que riendo... Podríamos decir que es una tragicomedia; es verdad que la historia está contada en clave de humor, pero los temas que trata son más bien dramáticos y, de hecho, tiene unas cuantas reflexiones muy interesantes. A pesar de ello, me ha gustado mucho y se lee enseguida, sobre todo gracias a los capítulos cortos y al tono en el que está escrito.
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