Ella dijo Destruye

La @labibliotecadecarfax nos regaló a los amantes del terror el libro de Nadia Bulkin, autora de la que posiblemente conoci〚is tanto como yo: nada. Os lo adelanto ya que mucho tiene que sorprenderme un libro este año para que esta no sea mi mejor lectura anual. Aunque no leáis terror, es una de las escritoras con voz propia de este género más potentes que uno puede leer en este momento.
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No vas a encontrar en los 13 relatos que componen esta sinfoni〚 del terror nada que sobre, porque cada historia es una liturgia del escalofrío, un ritual que invoca los miedos más oscuros que llevamos dentro y que al terminarlo te deja esa sonrisa curva como una cuchara oxidada. Ese ansia de seguir leyendo y pasar a la siguiente historia, tan bella que quieres desgarrar las palabras hasta los huesos. No importa la sangre, uno quiere seguir cazando los monstruos que hay dentro, aunque hacerlo suponga que uno se convierta o descubra que en el fondo llevamos dentro uno más terrible. Descubrir que vivimos en un imperio de monstruos es fascinante, y saber que más pronto que tarde hay uno más grande que tú, pertubador.
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Nadia es un tsunami de horror cósmico y cotidiano que te arranca el corazón y te lo sirve en bandeja, haciendo que esos 7 minutos, que es el tiempo que tarda un alma en llegar a Dios, se hagan efímeros. Porque cada frase es una Verdad, titánica y brutal, y a la Verdad no le interesan los sueños humanos, solo quiere devorarte hasta el tuétano.
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“La única salvación del dolor es la ira”.
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Y esa fuerza narrativa con la que Nadia escribe haci〚 muchísimo tiempo que no la encontraba tan bien reflejada en otros autores. Porque hay una reivindicación constante en este via crucis del terror y la condición humana a la sociedad, al maltrato, a la política, a todos esos demonios que condicionan nuestras vidas… Solo hay que dejar que te coja de la mano y te gui〞. Morir y resucitar en cada relato. Comerse una bala o sentir como te desangras en el camino por esas selvas es algo que no tiene precio.
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Ella dijo Destruye. Yo os digo leedla y amadla.