El ministerio de la verdad

No soy mucho de leer distopías, aunque siempre suelen parecerme interesantes. En este caso nos encontramos ante una distopía que la verdad podría no serlo. Año 2030 (¡¡a la vuelta de la esquina!!), la sociedad española vive imbuida en un estado de bienestar plagado de redes sociales, juegos y ocio. Las cadenas comerciales de todo tipo inundan las ciudades y homogeneizan el país.

Los libros han dejado de tener sentido, el contacto social se realiza principalmente a través de medios digitales.

Hasta aquí pinta bien y creíble ¿no? Pero... a partir de aquí comienzan algunas cositas que no me han parecido creíbles porque no casan con lo que el autor cuenta. Trabajo presencial, personas que se cuelan con el carnet de otro (carnet de los de toda la vida, con fotito etc), flautistas de Hamelin que hacen aparecer y desaparecer ratas de la nada, amores a primera vista… son pequeñas cositas que a mi me han sacado bastante de la sociedad que pretende el autor mostrarnos. Igual me decís que son licencias literarias y vale, os lo compro pero yo necesito más congruencia.

Aparte de esto, la historia esta bien contada, el argumento sin ser original no está mal y el estilo es bueno pero como ya os imaginareis a mi no me ha llegado. Puede ser que tenga demasiado reciente Todo va a mejorar que tiene un trasfondo similar pero mucho más complejo.